Dieta. Para la imaginación de muchos es sinónimo de matarse
de hambre. ¿Por qué? En su mayoría por desconocimiento de cómo funcionan y que
cómo son adaptadas según objetivos personales, sea para bajar de peso o
simplemente para prestar atención a lo que se ingiere. Contrario al pensar
popular, una persona delgada puede estar anémica o tener una salud frágil por
no comer alimentos nutritivos.
Sea el objetivo que fuese, lo que se debe lograr es mejorar
nuestra calidad de vida, física y mentalmente, para enfrentarnos a los retos
diarios con energía y estado de ánimo alto. Seguramente hay facetas de algunos
planes dietéticos que son difíciles de seguir y que requieren disciplina, como
dejar de comer nuestros postres favoritos y activarnos con ejercicio, pero por
ningún motivo debe sostenerse un régimen que te deteriore y quedes peor de como
iniciaste.

Hay que tener en mente que una dieta bien hecha debe cubrir
los principales escenarios en el día con día, combinaciones de alimentos
posibles según horarios e ingredientes disponibles. Reforzando la idea, debemos
incluso saber cómo nivelarnos en caso de habernos excedido en alguna comida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario