lunes, 5 de octubre de 2015

¡Adiós a la grasa abdominal!

¿Sigues con la idea que estar delgado es una bendición genética? Algunas personas tienen el toque de Midas y parece que desintegran lo que comen, pero en realidad la mayoría de la gente delgada es como tú y yo. Si hacemos unos ajustes por aquí y por allá, podemos bajar de peso y lucir una figura saludable.

He aquí unos cuantos cambios que nos pueden ayudar a bajar esas tallas:


1.- No tan de prisa. Haz una pausa para disfrutar la apariencia, aroma y sabor del platillo. Dosifica en bocados no muy grandes y mastica bien antes de continuar; así le darás tiempo a tu cuerpo que reconozca el momento en que está satisfecho.

2.- El agua es tu amiga. Hay que hidratarse, tanto para ayudar a la digestión como para saciarte con menos alimento, bebiendo entre bocados.

3.- Pierde el miedo a quedarte sin postre. La amenaza de Mamá por dejar comida en el plato; sirvió en tu etapa de crecimiento, pero de adulto no está mal que te detengas una vez que te sientas satisfecho.

4.- Come bien, pero evita la comida chatarra. En realidad puedes comer de todo, pero trata que las golosinas, refrescos y hamburguesas sean ocasionales, no parte de tu dieta diaria.

5.- Motívate con los posibles resultados. Imagina cómo te va a sentar la ropa, la energía y lo que podrás hacer una vez que hayas logrado la meta. Mientras más fuerte la imagen, mejor.

6.- Persistencia. Tarde o temprano te encontrarás con algún pastel o buffet imperdible. Lo importante es siempre retomar la disciplina y no mal pasarte por intentar revertir los excesos.

7.- Presta atención. Intenta llevar un registro, aunque sea sólo mental, de lo que has comido en el día. Así puedes ir conociendo las porciones que te sacian y si estás comiendo todos los nutrientes necesarios.

8.- Mente serena en las compras. Es mejor ir al supermercado con el estómago lleno, para evitar las compras impulsivas.

9.- Si, el deporte. Incluso salir a caminar puede darte buenos resultados, aunque el hacer deporte en grupo puede servir para contagiarte de la disciplina y energía de los demás; la camaradería también hará que sea más difícil que desistas.


10.- Incentivos según los resultados. El cielo es el límite, pero se trata de marcar el avance en objetivos con algo bueno, como una ida al cine o comprarte unos zapatos o una camisa que le hayas echado ojo.

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